Aprender a renunciar (y pasar del FOMO)
O como intento estar al día filtrando el ruido lo máximo posible cuidando mi dieta informativa. Aunque tenga pegas como que hasta hace dos días no sabía que este año había Eurocopa.
Hace unas semanas, un compañero de crossfit me dijo algo así mientras cargábamos la barra:
“Estarás a tope con todo lo que está pasando”
Se refería a la primera de las denominadas Cartas a la ciudadanía que Pedro Sánchez publicó después de que acusaran a su mujer de tráfico de influencias.
✱ Por si no estás al tanto —que no tendrías motivos—, Sánchez, el Presidente del Gobierno de España, emitió una carta pública diciendo que se iba a tomar unos días de reflexión para saber si renunciaba al cargo porque, bajo su parecer, habían atacado a su mujer, traspasando una línea que no podía consentir.
Spoiler: Sánchez no dimitió y ya lleva al menos una segunda carta publicada cuyo nivel de drama solo es superado por el número de comas mal puestas que puedes encontrar.
Mi colega de crossfit me lo preguntaba porque, para resumir lo que hago, muchas veces suelo explicar que soy “periodista” a secas.
Si quien me pregunta se interesa más allá de eso, le explico que suelo escribir sobre negocio y tecnología y que también me dedico a la comunicación y el marketing.
Y si aún inciden más, ya les cuento hasta que noto que no me siguen. Los muchos caminos de escribir en internet es lo que tiene.
Mi compañero de sentadillas ese día se había quedado en la versión inicial, y creía que estaría al tanto de todo. Lo cierto es que sabía que Sánchez había publicado una carta y el contexto del tema, pero poco más.
Me da que le supo a poco, porque lo noté ansioso por debatir sobre la situación política y el drama al que invitaba el presidente y yo no daba para eso.
Aprendiendo a renunciar
Soy un poco ameba para el salseo porque desde hace un par de años (o creo más bien que desde el confinamiento) he ido aprendiendo a estar menos al tanto de las cosas.
A cuidar mi dieta informativa y de contenidos.
No se me pasa nada de lo importante (mi trabajo no me lo permite) pero intento poner barreras entre mi atención y el ruido.
El caso de la carta de Sánchez es un buen ejemplo: fueron 5 días de comentarios, tertulias y conversaciones para que no dejara el cargo
Cuando hay rumores de que un gran futbolista va a dejar su equipo, pero al final del verano sigue en él, pasa lo mismo
Son fenómenos en los que algo que está en el punto A sigue estando en el mismo punto al final del mismo, dejando solo ruido por el camino.
Esto con respecto a la actualidad más pura, pero poco a poco lo he ido aplicando también a otros ámbitos en el bombardeo actual que vivimos de contenido.
Pero antes, esta newsletter está patrocinada por mí:
✑ El 14 de julio, día nacional de Francia, voy a celebrar que NO soy francés subiendo el precio del Club Escribe, la parte privada tras esta newsletter con boletines privados, lecciones y una comunidad con más de 90 miembros y cada día más estupenda en la que progresamos y hablamos sobre escribir y emprender escribiendo.
Si entras ahora mantendrás el precio actual y no te afectará la subida.
Nada más unirte tendrás acceso a más de 70 lecciones, plantillas de Notion y, por supuesto, a la comunidad privada.
Puedes echar un vistazo y unirte si quieres aquí.
Te sigo contando. Esto es lo que hago ahora con respecto a mi dieta de contenidos.
Antes leía o al menos ojeaba todas las newsletters a las que estaba suscrito; ahora ni de lejos. Si veo que se me acumulan, las archivo y renuncio a leerlas: valoro más mi tiempo que intentar no perderme nada
Antes escuchaba muchos más podcast; ahora me da bastante más igual perderme uno, e incluso me cuesta dar con aquellos que sienta que me va a encantar escucharlos
Antes, por mi trabajo, tenía en favoritos unas 30 pestañas de portales nacionales e internacionales y me metía a ojear sus portadas por encima. Recuerdo que medí que me llevaba una media hora al día (lo medía para que no se me fuera mucho más). Ahora ya no lo hago así.
Como ves, partía de hábitos de consumo que me llevaban a un FOMO (fear of missing out, miedo a perderte las cosas) de manual.
Exposición a la infoxicación, ya sabes.
¿Cómo lo he cambiado?
Creo que es un proceso que me ha ido surgiendo de manera natural. Tengo la suerte de que nunca he sido usuario de Instagram o de TikTok, por lo que quizá ya partía con cierta perspectiva sobre el mucho ruido y tiempo vacío que nos puede inyectar sin que nos demos cuenta el contexto actual.
Pese a esto, mi aprendizaje hacia la renuncia y a saber perderme cosas me ha llevado a un punto actual en el que casi disfruto de saber que no estoy al tanto. Me hice consciente de la mucha morralla que consumía antes.
Me pierdo cosas valiosas, anuncios importantes, ofertas únicas, grandes historias y contenidos geniales; por supuesto, pero he ganado libertad y estoy convencido de que saber renunciar es un valor que antes no tenía y que puede ser realmente valioso hoy en día.
OjO: que no todos son ventajas. Enseguida te cuento las contras.
Cómo es mi actual dieta de contenidos y cómo puedes replicarla
En la actualidad, me valgo de algunas herramientas y sistemas para mantenerme informado, pero intentando filtrar solo los mensajes relevantes.
La ingesta de información
Primero, limpié la casa: me deshice de todo los artículos y post que tenía guardados, en mi caso, en Pocket. Si usas las típicas apps de ‘leer después’ y has acumulado información durante años que no has leído hasta ahora, hazte a la idea de que no lo vas a hacer jamás.
Después, depuré mi ingesta informativa: Ya no visito portadas de diarios o websites, solo consumo esa información vía feed. Uso Reader de Readwise, que es de pago (aquí puedes probarlo por 60 días, yo no me llevo nada por ello) porque me permite subrayar y guardar lo que sí me importa, e incluso exportarlo a mi Notion, pero hay mil alternativas gratuitas para empezar, como Feedly.
Ya no recibo newsletters en mi correo: con alguna excepción, todo lo recibo también a un correo falso que me llega también a mi lector de feeds.
Y luego entran los sistemas
En redes sociales, intento ser un ninja que entra y sale sin que nadie se dé cuenta. Entro para publicar (me interesa para mis proyectos) y comentar lo necesario para aportar y hacer networking. Solo me permito consumirlas por entretenimiento una vez a la semana aproximadamente. En todas las que puedo, uso listas de interacción para evitar cruzarme con el timeline que me propone el algoritmo.
Todos los días (o cada dos) doy un vistazo a mis feeds para ver qué puede haber interesante. Esto me lleva unos 10 minutos. Si hay algo bueno de verdad, lo subrayo y pasa a mi gestor de información, que lo tengo en Notion, para ya vincularlo con algo que quiera hacer.
Y el punto clave
Si no he podido ponerme al día por un tiempo (porque he estado de vacaciones, por ejemplo, o simplemente se me acumulan las cosas)… archivo todo. Sin distinción ni remordimientos.
Si te interesa conocer a fondo cómo lo hago y más información sobre gestión del conocimiento y de ideas, en el Club Escribe PRO hay decenas de lecciones sobre estos temas.
Y recuerda que en menos de un mes sube de precio 💸
Pero no todo es tan bueno
Sí, tampoco quiero venderte la moto al completo. Renunciar tiene sus pegas, y la más importante no es perderte cosas.
Te diría que este proceso me ha llevado a desconectar completamente de ámbitos que antes, aunque tampoco era un super aficionado, sí que me daban algo de cancha: hablo principalmente la actualidad deportiva.
🤣 Me enteré de que este verano había Eurocopa dos días antes del primer partido de España, para que te hagas una idea. Antes no me habría pasado.
También echo algo en falta ese salseo de debates políticos o de temas candentes. Hasta cierto punto, te diría que este proceso me ha llevado a ser una persona más descreída y alejada de la política de lo que lo era antes.
¿Y el descubrimiento? Hay un punto ciego en este proceso que es la falta de inputs que te permitan descubrir cosas nuevas (imagina navegar por la portada de un diario y dar con una reseña de un libro nuevo fascinante; si ese diario no está en mis feeds, no lo voy a ver. O ese reel de Instagram que te da una idea genial).
Bien, he aprendido a saber (y renunciar si no ocurre) que tarde o temprano las cosas me acaban llegando. También he confiado la responsabilidad de descubrir nuevas ideas a un formato que siempre es bueno para alimentar el cerebro: los libros.
Puede que no sean ideas en tendencia, pero muchas veces sí que son atemporales.
En fin, espero haberte hecho pensar, aunque tampoco quiero condicionarte.
❏ 3 recursos para pensar y darle más y mejor al teclado
Mi amigo
te cuenta por aquí un método para destilar y sacar lo mejor del contenido que consumes. Seguramente la segunda parte tras filtrar la info que nos llega, que es justo de lo que hemos hablado hoy.- Espejo acaba de relanzar su club de lectura, , y yo me he metido para dentro. Si eres de los que les cuesta encontrar tiempo para leer, puede ser un buen lugar para empezar a hacerlo con recomendaciones de las buenas.
Me ha encantado este episodio de Charlando con Libros, donde
charla con sobre el origen de Xataka y la red de blogs que trajo a España muchas de las tendencias que después harían que los medios se pusieran las pilas en internet.
Eso es todo por hoy.
Nos escribimos 👋
Víctor
PD: el 14 de julio el Club Escribe sube de precio. Aquí todo lo que tienes que saber para ver si te interesa estar dentro, donde ya hay más de 90 personas.
Gracias por la mención y feliz de tenerte en el club!
Admiro mucho todos estos pasos que has dado hacia esta desintoxicación de contenido y de fomo, y los envidio un poquito. Yo ando ahí ahí, pero admito que hay cosas que todavía me pueden y me tienen enganchada, aunque en realidad, aunque encuentres inspiración y te enteres de cosas realmente útiles, siguen siendo la mayor perdida de tiempo.
Hola, en cuanto a agregadores, para los que usen linux y el escritorio KDE, hay una solución genial: Akregator.
Me ha parecido interesante esta entrada. Nunca he usado pocket, pero sí uso un canal privado (sólo tengo acceso yo) en Telegram. Sobre todo anoto ahí cuestiones para las rondas de enlaces que hago. Los que uso los borro. Así ya sé que esos no los tengo que leer porque ya los he leído y, como están en el blog que corresponda, no tengo que mantenerlos ahí.
En cuanto a las noticias, depende del trabajo de cada uno. En mi caso, necesito saber sobre noticias jurídicas y no sólo para el blog jurídico, sino también por trabajo. Los blogs de arte y de historias no necesitan realmente tener información muy reciente salvo algún yacimiento o descubrimiento muy importante., pero para eso están las rondas de enlaces.
En cualquier caso, muy interesante tu forma de reducir cosas para leer. Voy a coger algunas ideas. 😄