Lecciones después de hacerte viral (que no quieres escuchar)
O dónde y sobre todo cómo empezar a publicar en formato corto en 2025... ¡Y más allá!*
✱ Antiposdata: Si has leído el cierre del subtítulo con voz de Buzz Lightyear tienes premio. Lee hasta el final para conseguirlo. 🧑🚀
Qué tal, por aquí Víctor de Escribe PRO. Espero que estés muy bien.
Hoy te quiero contar una historia personal que tiene una traslación directa a este mundo en el que nos tiramos a la cara toneladas de contenido, a menudo con el único objetivo de conseguir miradas (lectores, views…), cuando lo que nos debería preocupar no es que nos lea mucha gente, sino que lo hagan las personas adecuadas.
Esta historia arranca en febrero de 2022, hace casi tres años:
Estaba en el cine viendo Spider-man: No way home, quizá la última buena película que ha sacado Marvel con la excepción de la tercera de Guardianes de la Galaxia (que es toda una clase magistral de narración clásica y teclas bien tocadas que un día podríamos explorar).
Bueno, que me lío…
La cosa es que salí del cine después de 3 horas de película con el culo plano y miré el móvil. Mi colega Guillermo me había escrito un mensaje…
Tío, ¿has visto la que has liado en Twitter?
Tenía y tengo las notificaciones desactivadas, así que no.
Entré en la app de Twitter y…
Pero antes de seguir, déjame recordarte algo:
Si quieres publicar en internet (pero con sentido) y dar un impulso a tu proyecto, estos días estoy presentándote el Desafío DNP 🚀
→ Un reto conjunto en comunidad en el que durante 26 días (del 3 al 28 de febrero) nos impulsaremos y tendrás multitud de recursos para establecer un hábito de escritura y publicación en redes y plataformas basadas en texto.
Hablo de Substack Notes para captar suscriptores, de LinkedIn para tu perfil profesional o de X, Bluesky o Threads para construir tu audiencia en general… y con ello empezar a desbloquear en ese poco tiempo los infinitos beneficios y oportunidades que te da publicar en internet con asiduidad.
👉 Aquí tienes toda la info y cómo puedes participar en el desafío.
¡Solo hay 50 plazas disponibles y ya hay 32 personas apuntadas! (Vamos, que quedan 18, así que no me lo pensaría)
Tienes para apuntarte hasta el 31 de enero o hasta que se acaben las plazas.
Hacerte viral no suena mal, pero no todo es tan genial
Obviemos el tema del pareado, lo siento.
La cosa es que yo, durante años, había vivido de espaldas a las redes sociales (en cierto modo, lo sigo haciendo). Vivía más tranquilo, pero es verdad que dedicándome a lo que me dedico, no era lo más inteligente.
Especialmente Twitter, donde era el lugar en el que los juntaletras de cualquier pelaje se reunían para hacerse masajes entre todos y de vez en cuando simular que estaban enfadados.
La cosa es que mi colega Guillermo me animó a tomarme un poco en serio publicar en Twitter. Y le hice caso (gracias Guille).
Al poco de empezar publiqué un hilo y… ¡Boom! (se convirtió en Chocapic)
—madre mía, esta edición me está quedando demasiado noventera—
Aquel hilo llegó a los 4 millones de impresiones
Más de 11.000 personas lo retuitearon
Más de 43.000 les dio a ‘me gusta’
Y mi cuenta pasó de ser la de un juntaletras escondido con apenas 600 seguidores a un proyecto de tuit-star con más de 6.000
Lo más loco quizá es que personas y cuentas tan diversas como Ana Pastor, de LaSexta, un tal Nayib Bukele (todavía a unos años de ser Presidente de El Salvador) o el perfil del Ilustre Colegio de Veterinarios de Gudalajara, México, me hicieron retuit.
Sí, no hay nada que no una un buen hilo.
El fiasco ante el aparente ‘éxito’
¿Qué pasó tras aquello?
Que no supe capitalizar esa exposición masiva.
En aquel tiempo tenía otra newsletter que trataba temas más sesudos. Al ver la respuesta al hilo, se me ocurrió enlazarla al final del todo.
¿Cuánta gente dirías que se metió? Pues no fueron pocos: algo más de 900 nuevos suscriptores.
¿Pero cuál era el problema? Que esos nuevos subs me habían seguido por un hilo sobre herramientas de escritura y yo en esa news lo mismo les hablaba de historia que de economía. Vamos, que al poco tiempo eran lectores zombis.
Aquel hilo viral me pilló sin estar preparado, pero sí que me dio la idea de comenzar este proyecto de newsletter, que lancé unos meses después empezando de 0.
Sí, quizá podría haber migrado los suscriptores de la lista anterior, pero llevaba tiempo sin escribirles y preferí hacer un reinicio. Casi tres años después de aquello, creo que no fue una mala decisión.
En los siguientes meses seguí publicando hilos en Twitter. Cuatro o cinco tuvieron también un impacto importante, superior al millón de visualizaciones, aunque nada tan loco como el que te he mostrado.
🧠 El aprendizaje fundamental
La viralidad de las redes te puede ayudar a impulsar tu proyecto, pero tienes que llegar a ella con estrategia y, pese a eso, puede que no rasques apenas nada.
Es como una racha de aire en la dirección que quieres en medio del mar. Si no te pilla con las velas desplegadas, solo te despeinará y puede que haga que tu barco vuelque.
Eso sí, lo que sí que funciona es valerte de esas redes para atraer lectores, pero no buscando la viralidad, sino la conexión genuina… y eso lo da la constancia y tener un hábito de escritura y publicación.
Es mejor publicar una vez a la semana, pero todas las semanas y siguiendo un plan, que buscar chutes de visibilidad sin estrategia.
Lo digo porque si algo me enseñó esa experiencia fueron las bondades de publicar con regularidad en plataformas donde están tus posibles lectores.
Llámalas Twitter, Substack Notes, LinkedIn, Threads o Bluesky. La que mejor se ajuste a tus necesidades y tus objetivos o varias en paralelo si las puedes atender.
👉 Y que consigas ese hábito y mejores tu escritura en formato corto en poco tiempo es, por cierto, el objetivo del Desafío DNP🚀
👌 Y 6 buenas prácticas para llevar
Hoy tengo claro cuáles son los básicos para publicar en plataformas de terceros o redes sociales con el objetivo de conseguir lectores, visibilidad, clientes o lo que quieras lograr:
La constancia publicando vence a los picos de viralidad: tendrás conexiones de calidad, y no de cantidad.
Dedícate un presupuesto horario para publicar (e interaccionar) en esas redes: están construidas por las personas más inteligentes del mundo para atraparnos, así que establece un horario y unos sistemas para dedicarles solo el tiempo que debes y puedes dedicarles, no más. Tu trabajo fundamental seguramente no sea publicar, sino atender muchas otras cosas. Piénsalo.
A la guerra de las redes hay que ir siempre con una newsletter o una web propia a la que derivar a quien te descubra
El punto anterior es básico porque las redes y los algoritmos cambian (mira qué ha pasado con Twitter, sin ir más lejos) y si tienes una lista de correo, esas personas te acompañarán donde quieras mientras quieran leerte.
Debes fomentar la mentalidad a largo plazo y a prueba de dopamina: Hay post y textos con los que pensarás que lo vas a petar y que luego serán como un mensaje en una botella que no rasca ni medio like. Otros que escribas en 5 minutos, por el contrario, llamarán mucho más la atención. Es inexplicable, está bien que sea así y el único brebaje que lo soluciona se llama publicar regularmente.
La coherencia como antídoto al ruido y a tus dudas: esto es más bien una creencia que me impongo y que creo que me hace bien. En el mundo en el que vivimos, con continuos bombardeos de contenidos y mensajes estrambóticos, a veces puedes pensar que estás alimentando al mismo gigante de la atención que hacen cuentas o personas con las que no comulgas. ¿Debo publicar tanto? ¿Soy un cansino? ¿Merece la pena lo que escribo? Son preguntas que me surgen de vez en cuando y que suelo zanjar naturalizándolo con la siguiente reflexión:
¿Lo que publico puede ayudar o inspirar a alguien que se cruce con ello? ¿Es un texto o un contenido honesto? Si respondes a las dos con un sí, pues para delante.
Publicar más o menos solo debe juzgarse por tu momento: Si publicas más o menos, ya depende de lo prolífico que seas o el momento en el que estés. Con el tiempo, he aprendido a surfear épocas de mucha producción con otras de sequía y ya no me fustigo por ello porque sé que lo que sí que cumplo es estar todas las semanas ahí. De nuevo, regularidad y coherencia.
Eso sí, lo que sí que creo recomendable es, de nuevo, ser constante sobre todo al principio, para establecer ese hábito y aprovecharte de esas plataformas sin que te suponga un trabajo de muchas horas.
Para todo eso (establecer un hábito, aprender a publicar textos que funcionen para captar lectores y hacerlo de forma ágil) he diseñado el Desafío DNP 🚀.
Recuerda que puedes apuntarte como te cuento por aquí y que solo quedan 18 plazas disponibles.
Entonces… ¿Dónde debo publicar mis contenidos de texto corto en 2025?
Pues te diré que donde mejor encaje con tu estrategia y pienses que están tus lectores.
No tengas miedo a probar nuevos terrenos y cambiar. Yo mismo arranqué en Twitter y me ‘mudé’ a LinkedIn a pesar de que no me acababa de convencer. Estaba muy equivocado porque me ha permitido captar nuevos lectores, clientes y, sobre todo, establecer conexiones genuinas.
Aunque bueno, si estás escribiendo en Substack, quizá la opción más evidente es Substack Notes, porque te permite conseguir suscriptores directamente para tu publicación.
Mira 👀
Pero de cómo funciona Substack Notes hablamos en unos días y, por supuesto, dentro del Desafío, porque hay mucho substackero por ya apuntado dispuesto a darle caña en febrero.
Eso es todo por hoy.
No escribimos 👋
Víctor
Esta edición tiene 1.652 palabras y he tardado 38 minutos en escribirlas y 34 en editar el mail… Aunque antes ha habido innumerables paseos con mi perro Vito pensando en si debería publicar más aquí o allá. 🐕
PD: El premio por haber leído esa frase con tu cerebro entonando la voz de Buzz Lightyear es bastante personalizado. Solo tienes que estar apuntado al Desafío y escribirme un correo para comprobarlo. Dale aquí para enviarme ese e-mail.
Recuerdo vivir esos momentos de viralidad con tu hilo como si fuera una película jaja.
Igual se le podía haber sacado más rendimiento al pelotazo que pegaste, pero a nivel de aprendizaje podemos decir que fué un momento bastante clave y nos marcó mucho (si yo también me lleve mis reflexiones y aprendizajes) :)
Alguien, un experto, te da la razón:
https://substack.com/@cienciasocial/note/c-88348873