Existen varias formas de monetizar una newsletter:
Con patrocinios
Con enlaces de afiliados
Con recomendaciones pagadas
De forma indirecta, ofreciendo productos o servicios
Y mi favorita: con una versión de pago
Poner precio a una newsletter privada, sin embargo, es complicado. Seguro que se te han pasado algunas de estas dudas por la cabeza:
¿Si Netflix tiene planes desde 5 euros, como voy yo a pedir más por una simple newsletter?
¿Por qué hay newsletters que piden 20 o más euros y otras que parece que solicitan una limosna?
¿Qué precio tengo que poner para que, cuando lance mi versión de pago, mis expectativas no se queden más mudas que la h?
Sobre precios en productos digitales hay mucho escrito. Sospecho que a la gente también le gusta hablar de ello incluso cuando no tiene experiencia.
Aquí, solo te voy a contar lo que yo he aprendido por el camino, a veces a base de tortazos, y otras veces convencido de hacer lo adecuado.
En esta lección del minicurso vamos a ver:
Por qué nos gastamos mucho dinero en tonterías y somos tacaños con cosas que nos aportan, y cómo aplicarlo a tu newsletter
Qué diferencia a las newsletters de precio alto de las de precio bajo
Cómo elegir el precio para tu newsletter de forma realista
El as en la manga que te recomiendo que te guardes
Vamos allá.
1) El único precio bueno es el adecuado para cada comprador en un momento dado
Debes dar por hecho que siempre habrá gente que verá algo como caro, y esa misma cosa a otras personas les puede parecer muy barata.
Y esto no tiene que ver con capacidad adquisitiva. Te explico.