Cómo Substack se convirtió en mi altavoz favorito
Descubre el camino en Substack de Alba García Marcos, profesional de la comunicación y escritora de libros.
Qué tal Subtaquero/a 👋
(sí, con q porque aquí nos dedicamos a compartir y explorar fórmulas para crecer en Substack escribiendo y creando en español, y eso implica muchas diferencias con el mercado anglosajón)
Aquí Víctor de
y .Hoy estrenamos sección en esta publicación: cada cierto tiempo se pasará por aquí una firma invitada para contarnos cómo ha sido su camino en Substack, qué le ha aportado la plataforma y qué cambiaría en ella.
La primera autora que tengo el placer de presentarte por aquí es
, de y . Y puedo decir que Alba es un reflejo de unas de las cosas que más me gustan de Substack, pero te cuento qué es a continuación de su camino.Alba, por cierto, está dentro de Substack PRO, el plan privado de Escribe en Substack donde cuentas con un curso en continua actualización para dominar la plataforma y acceso directo a tácticas y experimentos sobre crecimiento y monetización para colocarte entre los autores de vanguardia.
Te dejo con ella.
Creo que todos podemos aprender mucho de su camino en Substack.
Cómo Substack se convirtió en mi altavoz favorito
Por Alba García Marcos.
Soy Alba, aunque en Substack muchos me conocen más por mis criaturas: Ekho Comunicación y El ingrediente secreto.
Dos newsletters con personalidades muy diferentes: una es la consultora seria (bueno, sería dentro de lo que cabe) que ayuda a emprendedores y pequeñas empresas a ordenar su comunicación sin bla bla.
y la otra es mi espacio personal donde mezclo vida cotidiana de escritora de ficción con metáforas gastronómicas. Sí, lo confieso: no sé hablar de la vida sin pasar antes por la cocina.
Cómo aterricé en Substack
Descubrí Substack en ese punto en el que buscas una herramienta que te deje escribir sin complicaciones técnicas, pero también con libertad. Venía de plataformas que parecían diseñadas para que odiaras cada minuto de maquetación. Y entonces apareció Substack, como ese amigo que te dice: “relájate, escribe, que del resto me encargo yo”.
De hecho la encontré como lectora, ya que un escritor que sigo, se pasó a Substack desde la ya difunta Tinny letter y así fue como la descubrí.
La primera que creé fue El ingrediente secreto, siguiendo los pasos de este escritor, pero de una manera muy intermitente y sin tener muy claro para qué una escritora de ficción debía tener una newsletter. (ya sabéis, en casa del herrero…) Es mi recreo creativo, donde hablo de aceitunas, guisos o croquetas para en realidad hablar de miedos, decisiones y vender mis libros cada vez que saco uno.
Pero cuando fui descubriendo todas las herramientas que se iban incorporando, me animé a montar Ekho comunicación, porque quería que la newsletter fuera el centro de mi estrategia y no un complemento perdido.
Resultados (lo que pasa cuando sueltas tu voz en el mundo)
Lo primero fue descubrir que la gente sí quiere leer newsletters. Y que no hace falta tener 10.000 suscriptores para sentir impacto. Substack me ha dado algo más valioso que números: lectores que contestan, que recomiendan, que se enganchan a las historias.
El crecimiento ha sido orgánico, lento pero firme. Y eso me gusta: nada de ruido, solo gente que se queda porque realmente le interesa lo que escribo.
De ahí que haya virado a centrarme a crear una comunidad más que convertirme en una mera difusora de contenidos. En nueve meses somos casi 900, a unos 100 seguidores por mes, y una comunidad pequeñita pero muy activa.

Monetización: directa e indirecta
En Ekho la newsletter se conecta con mis servicios de consultoría: es mi carta de presentación, mi portfolio vivo y mi altavoz.
La empecé a monetizar con 300 suscriptores por probar, pero cada mes he ido perfilando la oferta para que se convierta más en una comunidad donde el valor reside en los miembros y no en el contenido.
Además me ha traído clientes que llegaron primero por mis mails.
En El ingrediente secreto tengo el muro de pago activado pero con la idea de que se conviertan en mecenas. Esa newsletter es mi parte creativa como escritora de ficción, y quien quiera apoyarme se convierte en un mecenas romano que quiere que siga dedicándose a escribir historias disparatadas, además de ciertos privilegios, como convertirse en un protagonista de mis próximas historias.
Lo mejor y lo peor de Substack
Lo mejor: la sencillez y la sensación de comunidad. Substack es como volver al blog de los 2000, pero con esteroides sociales: puedes descubrir autores, comentar, recomendar… sin que todo se convierta en un scroll infinito. Además me encanta que en un solo lugar tengas opciones de tener tu podcast, hacer tus directos y crear tu pequeña red social para que te descubran.
Lo peor: que todavía falta personalización en algunas cosas (los obsesivos del diseño me entenderán). Que no se pueden automatizar cadenas de bienvenidas. Y que, al ser tan fácil publicar, también hay mucho ruido. Pero bueno, ahí es donde toca aprender a diferenciarse.
El futuro de Substack (según la bola de cristal de Ms. Moon)
Creo que Substack va a seguir consolidándose como el espacio de la escritura sin filtros. Cada vez más gente busca leer a personas, no a algoritmos. Y aunque el panorama digital siempre cambia, confío en que aquí tendremos todavía un rato de calma para escribir y leer sin que nos interrumpa un anuncio de colchones.
También sé que no será eterno, y que a la época dorada en España le queda poco más de un año.
Substack, en mi caso, no ha sido solo una plataforma: ha sido un lugar para afinar mi voz y para encontrar lectores que escuchan. Y mientras eso siga pasando, aquí me quedo, haciendo ekho.
Víctor de vuelta al teclado ⌨️
Este ha sido hasta ahora el camino de Alba, del que seguro que has sacado varias ideas.
Como te contaba, conocí a Alba gracias a la capacidad de descubrir a otros autores y colegas que te da estar en Substack.
Abrir miras y expandir relaciones, en definitiva.
Creo que muchas veces tendemos a quejarnos de la pata social de Substack (su gravitación hacia la app, notes…) pero es en esos espacios donde das con perfiles nuevos.
Conocía a Alba fruto de esa serendipia digital substaquera, y desde el principio me llamó la atención. Y no por su apuesta por el rosa chillón, sino por cómo era capaz de compaginar una carrera literaria potente y realista a la vez con su faceta de profesional de la comunicación.
Hace unos meses nos conocimos un poco más en un directo que me propuso para sus lectores y ahora la tenemos por aquí, y también intercambiamos ideas juntos sobre cómo podría hacer el lanzamiento de su plan de pago en Substack.
La cosa ha ido a más, y próximamente va a realizar una sesión especial en el Club Escribe, mi comunidad para autores digitales y emprendedores, sobre publicación de libros y marketing realista para escritores.
Eso es todo por hoy.
Nos escribimos por Substack.
Víctor
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Gracias por compartir tu camino, Alba. Me inspira ver cómo has construido comunidad real más allá de los números. La autenticidad y la conexión genuina siempre ganan.
Muy bien Alba, la verdad que haces un trabajo muy bueno.
Y Victor también eres de los mejores en cuanto conocimiento de Substack.
Seguid así.