La historia del teclado Dvorak: cuando ser mejor es igual a ser irrelevante
Todos nuestros teclados están mal, pero el tipo que quiso solucionarlo no logró que su idea calara. Bienvenido a una nueva edición gratuita de Escribe⌨️, ahora en Substack.
QWERTY. Así se llama la distribución de teclado más habitual del mundo y que usamos todos. Seguramente ya sepas que recibe su nombre por las teclas que hay a la izquierda en la primera fila con letras.
Pero no es una buena distribución. Es más bien todo lo contrario. El QWERTY fue patentado en 1868 por un inventor norteamericano, de nombre Christopher Sholes, que después la vendió a la casa Remington, cuyo negocio principal entonces, por cierto, era vender armas.
El QWERTY fue un éxito en esa época, pero no por motivos que nos valgan ahora. Su distribución de teclado estaba pensada para que las teclas de las máquinas de escribir más antiguas no se atascaran tanto. Simplemente, pusieron las letras que más se usan alejadas del centro y de los dedos más fuertes.
Justo lo contrario a lo que sería más idóneo.
Y, sin embargo, el QWERTY hoy sigue inundando todos nuestros teclados: mecánicos, virtuales, con cable, en el teléfono móvil...
En los años 30 del siglo pasado, un psicólogo con una extraña obsesión por la mecanografía se percató de que el QWERTY era el Gareth Bale de las distribuciones de teclado. Todo el mundo daba por hecho que estaba bien hasta que lo miraba fijamente 10 segundos a la cara.
Aquel psicólogo se llamaba August Dvorak. Estudió durante años las letras más comunes en inglés y otros idiomas, la fisionomía de las manos... En 1932, el resultado de todas sus investigaciones fue el Teclado Simplificado Dvorak.
En los teclados Dvorak la distribución de las letras principales están en la primera fila y debajo de los dedos más fuertes. Algunas pruebas con personas que ya lo habían usado un tiempo reflejaban mejoras en la velocidad de escritura importantes. Empleaban hasta la mitad de tiempo en algunas ocasiones.
Pero el Dvorak no triunfó.
Aunque puedes encontrar tutoriales sobre cómo cambiar tu teclado a un Dvorak, no hay demasiados en español y... al final te acabas dando cuenta de que es nadar a contracorriente.
Hice una prueba, casi más por curiosidad, y cuando me tocó cambiar de teclado y volver a usar un QWERTY de repente me sentí yo mismo como Gareth Bale.
✦Sobre optimizar suele provocar problemas. Negar que hay cosas que son imperantes, aunque no sean las mejores, genera frustración. Probar cosas distintas, por el contrario, siempre nos deja una nueva experiencia, un aprendizaje o una historia que contar como esta.
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Si te unes, triunfarás más que el Dvorak seguro.
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Víctor 👋
PD: La distribución Dvorak, por cierto, es así ⌨️
Esta edición tiene 543 palabras y he tardado 22 minutos en escribirlas y 14 en editar el mail. Aunque antes ha habido innumerables paseos con mi perro Vitkca 🐕. Digo, Vito. Maldito QWERTY