3 requisitos dolorosos para tu newsletter (incluyendo elegir plataforma)
Curso de Newsletters de Pago → Toca tomar decisiones.
Hay tres aspectos que tengo detectados que más bloquean la puesta en marcha y el crecimiento de una newsletter (sea de pago o no).
Qué plataforma escoger
Cómo conseguir suscriptores gratuitos
Cómo hacer que esos suscriptores gratuitos pasen a ser de pago (en el caso de una newsletter privada).
En esta lección del minicurso sobre newsletters de pago, desentrañamos todo esto.
1) Qué plataforma elegir
Cuando arranqué las opciones eran pocas. Ahora hay bastantes, y eso puede ser un problema más que una ventaja. La temida parálisis por análisis llega para ponerte unas manoplas de algodón del grueso para que examines con cuidado cual diamante cada una de las funcionalidades que te da cada herramienta.
Pero no vas a poder teclear bien con manoplas, así que deja de analizar y escoge.
Me he roto los sesos bastante escogiendo plataforma, así que te voy a recopilar 4 opciones y lo que cuestan y te digo después las dos entre las que yo me quedaría.
Substack: la opción evidente (se llevan un 10% de lo que tú generes)
Behiiv: como Substack, pero algo más techie (gratis para empezar, pero si quieres tener news de pago y sus funciones más diferenciales tendrás que pagar como mínimo 39 euros al mes)
Ghost: más que una herramienta, es un CMS, similar a WordPress (empieza costando 11 euros al mes)
Converkit: con más opciones que Substack y un plan gratuito potente hasta 10.000 suscriptores donde ya puedes tener una newsletter de pago (gratis y luego desde 25 euros al mes)
Qué es lo más determinante para crear una newsletter de pago
Capacidad de crecimiento y escalabilidad: ahora mismo las herramientas de newsletters se han convertido también en plataformas de contenidos donde puedes crecer gracias a sus recomendaciones internas. Substack es la reina en esto pero las otras 3 que te he nombrado también las tienen. Eso sí, ninguna funciona como Substack.
Posibilidad de personalización y funcionalidades: poder hacer secuencias de bienvenida, tener una web que no parezca igual que las de todos, alguna automatización, poder ser flexible con las opciones de pago… En eso Substack se queda en la cola.
La elección rápida
Si quieres tomar un atajo, esto es lo que haría ahora mismo:
Elegiría Substack si no me quiero complicar y lo mío es escribir. Sabiendo que me va a dar para crecer pero que voy a poder meterle poca mano y que se va a llevar un pellizco gordo de mis ingresos.
Elegiría Ghost si quiero tener un proyecto con su propia base y cierta independencia: sacrificarás poder de crecimiento y en funcionalidades Behiiv o Converkit le ganan (aunque no Substack), pero es lo más parecido a tener una ‘base digital’ propia. Además, a nivel de precio, cuando creces sale barato. Aviso: puede ser algo complejo de configurar si no tienes experiencia con plataformas digitales.
Para el Club Escribe PRO, que cierra sus puertas a nuevos miembros el 8 de septiembre (apúntate aquí antes del cierre), escogí Ghost y la verdad es que estoy contento.
2) Vas a tener que conseguir suscriptores gratuitos
Esto cuesta a muchos. A mí también. Pero no vas a lograr suscriptores ni gratuitos ni de pago si no consigues que se suscriban.
Es de cajón, pero no siempre hacemos los esfuerzos por conseguirlo.
Cuando lanzamos una newsletter o un blog nos centramos en escribir, darle a publicar y ya está.
Pensamos que el trabajo se acaba al darle al botón y no es verdad. Puede decirse de hecho que el trabajo empieza en ese momento.
A lo que me refiero es que vas a tener que crear una estrategia de captación. Si esta terminología más marketera te crea rojeces en la piel podemos llamarla salir a encontrar lectores.
¿Cómo se hace eso? En síntesis, en internet esto pasa por…